JOSE PABLO ARRIAGA
El arte de José Pablo Arriaga se mueve dentro de lo que llamamos multimedia, es decir: fotografía, escultura, design, dibujo , grabado; hoy todo esto nos suena normal que un artista utilice distintos medios de expresión de creación por plasmar sus obras. Y a veces nos olvidamos que esta fase multidisciplinar siempre ha existido en el Arte: Fidia, no solo era escultor: era arquitecto, poeta y luego escultor, come lo fue Paraxitéles; y lo mismo lo fue Giotto; Masaccio, Miguel Ángel, Rafael, Bernini. Monet cuando se enfrentó a pintar sus nenúfares, no solo cambió la arquitectura de la Orangerie, sino que la transformó. Van Gogh cuando pinta su habitación cambia las leyes de la perspectivas. En definitiva un artista debe cambiar constantemente. Y en caso de José Pablo Arriaga, más que nunca, su formación académica en distintas escuelas de Euskadi y sin duda su marcha hasta tierra escocesa, precisamente en Edimburgo (donde no solo se forma como artista: estudiando los distintos materiales, sino las distintas disciplinas del Arte Contemporáneo) que lo llevan a enfrentarse a la creación escultórica, el design, la arquitectura y la instalación, y en efecto es precisamente en esta Escuela y en esa tierra del Reino Unido-Escocia, que logra los primeros logros importantes de su carrera como artista, y que sin duda lo marcará por el resto de su y que de una forma u otra le lleva a esa visión muy poética del Arte Contemporáneo . Y lo es aún hoy. Viene de una tradición familiar en su Markina natal. José Pablo sabe muy bien los procesos para que un mueble vea la luz. Primero el dibujo-boceto, luego el dibujo técnico, y así las cuartillas, los patrones, y luego llega el proceso verdaderamente difícil entender la ductilidad del material. Solo cuando nos adentramos en las tripa del material habremos entendido su alma. Y al final llega el tu a tu con la materia, y poder crear y plasmar lo que verdaderamente: la mano, la idea y la mente uniéndose sacarán a luz, la obra. El arte de José Pablo Arriaga, es muy variado: instalación, fotografía, relieve (sobre todo alto relieve), escultura-objeto, escultura. Y aquí juega ya su papel de auténtico ilusionista, de gran artista y conocedor del espacio, de la forma y del dibujo. Sus obras aunque sean solo mesas, objetos, simples relieves que se cuelgan en una pared, cobran vida. Transmiten belleza, y sobre todo rebosan de una poesía absoluta, donde cada línea, cada esquina, cada recovecos, cada hendidura, cada moldura, son unos versos que flotan en el espacio de la mente que transmite al alma del artista vasco, de poder crear poesía materica: madera, hielo, piedra, papel?no importa todo cobra vida cada verso sucede a otro verso y cada obra llena con su eternal belleza el vacío de cualquier sala, salón, galería, museo o pared. Cuando José Pablo Arriaga realiza un cuadro, una mesa, una silla, una escultura o una instalación, siempre utiliza y siempre se hace la misma pregunta y el mismo método: debe ser única, debe ser bella, debe ser impactante y debe ser armoniosa. Por eso muchos de sus trabajos artísticos han tenido distintos enfoques de creación pero siempre el mismo fin. Cuando colaboró con el gran poeta vasco Uribe, su arte plasmó un libro de artista único, unos grabados tan sutiles que desbordaba la misma poesía y lo más asombroso parecía no la colaboración de un artista colaborando con un poeta sino dos artistas que solamente había empleado distintos medios, se había plasmado el matrimonio de la electiva creación. Y lo mismo ha sucedido cuando ha querido crear el design de interior de un Hotel. Cuando acudimos al hotel ya al acercarnos notamos que hasta el entorno tiene algo de distinto. Y al entrar en cada habitación, observando hasta un insignificante posa toalla, notamos belleza, e percibimos la sublime creación poética. Y al salir en seguida se llega a una simple -ecuación cuántica del Arte-, para José Pablo Arriaga, esto no es un Hotel, un simple Hotel, un Hotel cualquiera, sino es el Hotel, su Hotel: es decir, es una macro escultura que diseña continuamente en el entorno natural de Navarra, con el paisaje, con la luz, la sombra, en definitiva, aquí está todo su arte y está su alma creadora, por lo tanto estamos contemplando no un Hotel, sino: una instalación dentro de otras instalaciones, una escultura dentro de otras esculturas, fotografía dentro de otras fotografías, arquitectura dentro de otras arquitecturas. Estamos en definitiva contemplando: una gran cubo de sortilegios, donde el alma y la poesía juegan un papel primordial, como el cubo Kubelik, José Pablo Arriaga, disecciona, rompe, descompone, construye, crea, esculpe, compone una gigante escultura donde incluso podemos disfrutar de nuestro ocio.
Aunque lo del Hotel pueda a priori parecer una cosa distinta, un reto que el escultor vasco, se enfrentado y ha demostrado como era de esperarse de él, su buen oficio. No es así. José Pablo Arriaga, siempre ha realizado cosas imposibles, y cosas que están dentro de la música, de la poesía y de la escultura. Por ejemplo: en sus tejas, por ejemplo, está jugando con nuestro sentido: la vista; parecen tejas reales (y en efecto él también en unas de sus instalaciones ha utilizado tejas reales, solo cuando se juega con la realidad podemos camuflarla), sin embargo son de madera y nos parecen reales por el color, la textura y el asombroso acabado. Cuando realizó las cajas para poner esas páginas dobladas y quemadas otra vez jugó con nuestros sentido: la vista y el tacto. Las cajas parecían de piedra (hasta el peso esta vez podía engañar al incauto), al tacto parecía una piedra pulida, y las páginas no era cartoncillo doblado quemado, sino era madera doblada quemada. Otra vez jugaba con la realidad construida. Esculturas-Objetos, versos poéticos de una belleza sublime. Su última exposición que realizó en la Casa de Cultura de Leioa, José Pablo Arriaga demostró que el Arte ya se había apoderado de él, cada habitación era un mensaje, cada obra era un verso, un canto. Cada instalación era un conjuntos de corcheas y semicorcheas que sumándose creaban la mejor sinfonía jamás escuchada. Y otra vez la exposición era como lo del Hotel unas esculturas dentro de una escultura gigante, unos cuadros dentro de otro enorme, unas instalaciones dentro de una instalación descomunal. Unos poemas dentro de un poema infinito. Pero esta vez Arriaga nos formulaba preguntas que posiblemente no tuvieron respuesta?.
?La mano manipula y suaviza la forma, su sombra dibuja versos abstractos que componen materias y geometrías armoniosas. Los bocetos son esculturas que a su vez se materializan en instalaciones inquietantemente bellas, sin perder su diseño anterior pero camuflando lo real siguen disfrutando de su empírica forma?.?
Massimiliano Tonelli (crítico de Arte)